- Granja y hogar
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El sector de la agricultura es el quinto sector consumidor de plásticos en nuestro país, ya que muchas empresas han recurrido a su utilización para incrementar su producción. En este artículo hablaremos de cuáles son, precisamente, esas funciones más significativas en las que poder utilizar este tipo de material y cuáles son las ventajas de apostar por el plástico reciclado. Además, como fabricantes de equipamientos, te presentaremos algunos de nuestros productos que serán muy útiles para tus huertos o cultivos, siempre con materiales reciclados.
Ventajas del plástico reciclado en agricultura
Desde hace más de 30 años, los plásticos son una de las apuestas más seguras y beneficiosas para el sector de la agricultura y la ganadería. Estos permiten ofrecer a los mercados productos fuera de temporada con un aspecto adecuado, además de ayudar a crear las condiciones idóneas para desarrollar cultivos óptimos y conseguir equipamientos de plástico para animales fácilmente. Por todo ello, los agricultores y ganadores los usan para proteger sus huertas y granjas de las inclemencias del tiempo, aprovechar mejor el uso del agua de regadío, conservar la humedad, etc.
Los usos del plástico en la agricultura son múltiples y engloban desde la construcción de invernaderos, túneles de plástico o utilización de cubiertas para mantillo hasta el revestimiento de obras de regadío, depósitos o utilización de bolsas para los cultivos hidropónicos, entre otros muchos ejemplos. Debido al uso considerable de estos productos fabricados con plásticos, debemos ser conscientes y hacer un consumo responsable de ellos para cuidar el medio ambiente.
Los plásticos son materiales que permiten un proceso de reciclado circular, con una mínima degradación de sus propiedades de origen. Al tratarlo, primero se someten a una clasificación, triturado y lavado para, posteriormente, fundirse y formar así un granulado de plástico que, finalmente, se transforma en el producto que queramos obtener. Dicho esto y una vez que tenemos la información adecuada para saber que a los plásticos se les puede dar muchas oportunidades, expondremos los beneficios de utilizar los que han sido reciclados, o bien, los que son de plástico 100 % reciclable. En Copele disponemos de productos de ambos tipos.
Se reduce la contaminación medioambiental
Aunque el plástico es un material muy contaminante por su lenta degradación, algunas empresas responsables, como la nuestra, nos preocupamos por darle un segundo uso. Así, evitamos que estos terminen en vertededos o, en el peor de los casos, en mares y océanos. De esta forma, y tras muchos análisis profesionales, usamos los plásticos convertidos en desechos para generar productos nuevos sin necesidad de tener que demandar la producción de cantidades elevadas.
Realmente el daño al medio ambiente no se lo hace la naturaleza del material en sí, sino la forma de gestión. Si, tras convertirse en residuos, son reaprovechados, se reducirá la contaminación del medio por culpa de la emisión de gases de efecto invernadero que se producen con su fabricación. Por tanto, no se trata de no usar plásticos, sino de saber hacerlo de forma responsable.
Aprovechamiento de residuos para reducir los vertederos
El ciclo debe ser fabricar plástico, consumirlo, reciclarlo y volver al inicio del ciclo para darle una nueva vida. En nuestras manos está cuidar el planeta. Tú como consumidor debes generar la demanda de materiales reciclados y nosotros, como productores, nos esforzamos en cumplir todas las premisas para ofertarlo en forma de productos de alta calidad y con grandes prestaciones, pero con materiales que han sido reciclados.
Con estos gestos aprovecharemos los residuos al darles una nueva vida útil y el volumen de residuos tóxicos en vertederos será mucho menor. No olvidemos que los plásticos tienen sustancias tóxicas que son malas para la salud de los seres vivos y, por ello, es tan importante, reiteramos, hacer una buena gestión en su uso.
Disminución del consumo de combustibles fósiles
Si baja la demanda, la producción de plásticos frenará porque se reutilizarán los ya existentes. Por tanto, el consumo de combustibles, como el petróleo o el carbón, disminuirá. Asegúrate siempre de elegir plásticos reciclados para dar ejemplo a los demás.
Los plásticos agrícolas se pueden reciclar para convertirlos en residuos útiles. Así, se pueden volver a utilizar, por ejemplo, para fabricar muebles de exterior. En el caso de que el reciclado no sea posible, los residuos agrícolas que provienen del plástico se pueden convertir en energía.
Frente a las grandes cantidades de residuos plásticos, las prácticas más normalizadas y poco ejemplares han sido enterrar los plásticos, lo que compromete la calidad de los mantos acuíferos, o quemarlos al aire libre, con la consecuente emisión de gases contaminantes. Debido a estos gestos tan negativos para el planeta, el reciclado de plásticos agrícolas se presenta como una técnica de bajo impacto ambiental porque no se producen sustancias tóxicas, además de ofrecer unas ventajas técnicas y económicas muy interesantes para todos.
Reducción de la huella ecológica
Está claro que los plásticos permiten cultivar frutas y verduras en cualquier estación y ofrecer productos de mayor calidad que aquellos que se cultivan al aire libre. Los plásticos reciclados proporcionan soluciones sostenibles e innovadoras para conservar el agua y poder utilizarla de forma eficiente o, incluso, para crear cultivos en zonas desérticas. La cantidad de productos es interminable: depósitos de plástico para recoger la lluvia, tubos para evitar la pérdida de agua, invernaderos para cultivar en un espacio protegido, etc. En agricultura, utilizar plásticos reutilizados te permitirá reducir la huella ecológica de todas tus actividades.
Una simple bolsa de plástico tarda en descomponerse entre quinientos años y cuatro siglos. ¿Cuánto tiempo la usamos de media? Aproximadamente 10 minutos. Si reflexionamos sobre la situación, resulta alarmante.
Todo el plástico que no se reutiliza causa efectos negativos al ecosistema que durarán decenas o centenares de años. Por ello, debemos buscar una solución entre todos. El desafío al que nos enfrentamos hoy en día, tanto consumidores como fabricantes, es encontrar las alternativas que nos permitan utilizar envases reciclados y no apostar nunca por los tradicionales no ecológicos.
Entre todos podemos hacer que este mundo sea mejor, aportar nuestro granito de arena y hacer frente a la problemática mundial a la que todos nos enfrentamos con la contaminación del medio ambiente. Está claro que los envases de plástico son imprescindibles en agricultura para proteger y manipular productos, pero de ti depende hacer un consumo responsable y elegir empresas que apuesten por el reciclaje de plásticos para la elaboración de sus productos.
Por nuestra parte, seguiremos esforzándonos, como venimos haciendo desde los años cincuenta en los que se creó nuestra compañía dedicada a equimamientos para granjas y espacios de agricultura, por seguir produciendo productos elaborados a partir de materiales reciclados y reciclables. Así es nuestro estilo de funcionamiento sostenible y seguirá siéndolo porque nos sentimos orgullosos de ello.
Productos de Copele
En Copele trabajamos con elementos sostenibles y desarrollamos productos donde aplicamos la economía circular, es decir, apostamos por la filosofía de alargar la vida útil de los materiales, desde que se producen hasta su momento de reciclaje.
A continuación, estamos orgullosos de presentarte los productos de nuestra nueva línea de productos fabricados con plástico reciclado:
- Las tolvas para aves son perfectas para dar de comer a las gallinas, pollos o cualquier otro tipo de ave de forma constante, saludable y con el menor desperdicio posible. Podrás elegir tu tolva con patas o sin patas y, en función de tus necesidades, optar por comprar la de 2, 4, 8, 12 o 16 kilos.
- Si necesitas bebederos para aves, en Copele disponemos de diferentes modelos. Los tienes con patas o sin patas, además de con una capacidad que va desde 1 litro y medio hasta 10 litros.
Al igual que el resto de nuestros productos que no estén fabricados con plástico reciclado, son 100 % reciclables. Además, gracias a su resistencia, ofrecen una larga vida útil, por lo que se alejan del modelo de plásticos de un único uso o de vida útil reducida.
En las siguientes líneas te presentamos algunos más de nuestros productos de plástico para equipamiento de granjas, horticultura y agricultura, todos ellos fabricados cumpliendo nuestros estándares de calidad y sostenibilidad:
- La pala plástica te permitirá suministrar líquido a tus plantas y hortalizas de forma cómoda, rápida y sencilla. Además, también podrás echar el compost justo en el lugar que prefieras. Este es tan solo un ejemplo de los muchos disponibles para esta herramienta práctica y sencilla de utilizar.
- Rollo de malla plástica para crear compostadoras y otorgarles una resistencia única para que la mezcla se conserve estable y no se pueda desprender hacia el suelo, por ejemplo. Otra aplicación plástica que tiene este producto es reducir los efectos del granizo o proporcionar sombra en el interior de los invernaderos.
- Depósitos de plástico para almacenar agua y distribuirla mediante tuberías o sistemas de riego por goteo o circulación de agua. En Copele disponemos de varias medidas para que cada cliente escoja el producto que mejor se adapte a sus necesidades. Son resistentes a las condiciones medioambientales y llevan tapa incorporada para que no entre la suciedad.
- Los túneles de plástico son complementos ideales para acoplar a mesas de cultivo y hacer pequeños invernaderos.
En conclusión, aunque actualmente el plástico tiene una mala reputación, todo depende de la gestión que se haga con él una vez que se convierte en residuo. Nosotros, una vez más, queremos informarte de que en Copele fabricamos nuestros productos con plásticos reutilizados o reciclables 100 %. Por ello, ahora que ya conoces algunas de las ventajas del plástico reciclado, no olvides que este optimiza al máximo su utilidad en el sector de la agricultura. Eso sí, siempre haciendo un uso responsable de él, bien llevándolo a contenedores de reciclaje al convertirse en desecho o dándole un segundo uso.