- Granja y hogar
- 7773 views
La reciente clasificación de 0 a 3 en el mercado con respecto a los huevos según sus tipos, se ve incluso reflejada en las cartas de restaurantes para que el consumidor sepa de qué tipo de gallinas proceden y cómo se han criado y alimentado.
Esta clasificación se estipula de acuerdo a cuatro sistemas de producción diferentes, todos ellos avalados y certificados por la Unión Europea donde se debe enmarcar que la composición nutricional del huevo no varía en ninguno de los cuatro sistemas, aunque sí en su sabor.
Los huevos tipo 0 son de producción ecológica donde las gallinas se crían en libertad picoteando hiervas, cereales y verduras del campo, y todo esto aporta matices al color y sabor del huevo por lo que el lugar donde se cría la gallina es fundamental. A pesar de la idea popular estas gallinas también comen pienso pues es la base de su alimentación.
Los huevos de gallina campera o tipo 1, se cría en las mismas condiciones que la ecológica, pero consume piensos de origen no ecológico. Estas se crían en un gallinero con espacio para moverse y un parque al aire libre donde salir y picotear. Igual que la ecológica, la alimentación influye en las propiedades organolépticas del huevo.
Los huevos de gallina de suelo o tipo 2, provienen de gallinas que viven en una nave en el que tienen espacio para caminar y moverse. Se alimentan exclusivamente de pienso y cuentan con iluminación artificial, ya que de otro modo no podrían poner huevos.
Finalmente los huevos tipo 3 provienen de gallinas en jaulas que para el 2012 la UE definió una normativa de 750 cm2 por gallina que es muy superior a la de países como Brasil o Estados Unidos con aproximadamente 350 cm2 por gallina.
COPELE desarrolla productos que facilitan tanto al productor como al consumidor final producir huevos dentro de las categorías 0 y 1 reduciendo los costes y optimizando el espacio necesario con el fin de rentabilizar la producción de los mismos. Siendo el autoconsumo una de las tendencias actuales con mayor aceptación por los beneficios ambientales.
Ponederos, comederos, bebederos automáticos, entre otros, son los elementos básicos a considerar en la cría de gallinas de manera práctica. Todos y cada uno de ellos creados siempre bajo la premisa del bienestar animal.