- Granja y hogar
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La avicultura es una práctica con múltiples beneficios para cualquier familia. En este artículo, vamos a mostrarte las principales ventajas que supone la crianza doméstica de aves. Descubrirás un mundo nuevo en el que las gallinas serán las protagonistas. Sigue leyendo para aprender todo lo que estas aves pueden aportar a tu día a día.
Independencia alimenticia de las gallinas
Lo primero que a todo el mundo le viene a la mente cuando se mencionan las diferentes ventajas de las gallinas caseras es la alimentación. Contar con algunas aves de corral en tu propia casa te proporcionará alimento de forma continua. Las cantidades variarán según los ejemplares que tengas. Dos o tres ejemplares pueden ser suficientes para una familia pequeña.
Una de sus principales ventajas es que ofrecen múltiples recompensas a cambio de unos cuidados muy sencillos. Cualquier persona con un poco de espacio para que las aves campen a sus anchas puede criarlas con éxito. Además, las primeras semanas pueden suponer un auténtico desafío y te ofrecerán un gran entretenimiento.
Tendrás que preparar un gallinero. Deberás ofrecerles a las aves un comedero, un bebedero y un ponedero adecuado. Tampoco restes importancia a elegir un pienso de calidad. Para facilitar la tarea, puedes adquirir un kit de iniciación para gallinas ponedoras que incluya todo lo que necesitas. De este modo, no cometerás errores a la hora de comprar los distintos productos y acertarás seguro. Todos ellos habrán sido seleccionados por profesionales del sector.
Una vez que hayas pasado por este proceso inicial, únicamente tendrás que vigilar la presencia de depredadores y proporcionar a los animales comida, agua y una limpieza adecuada. Después, podrás recoger los primeros resultados, como mostraremos a continuación.
Ponedero para conseguir huevos frescos y de calidad
Nadie va a criar a tus animales con más cariño que tú. Si ofreces a tus animales una cantidad de pienso correcta y ellos disfrutan de salidas al aire libre (donde puedan complementar su dieta), el resultado te va a encantar. Los huevos de gallina son ricos en proteínas y aportan múltiples beneficios a tu alimentación. Se ha demostrado que los huevos caseros son ligeramente mejores que las alternativas comerciales. El hecho de comer en libertad aporta una mayor cantidad de nutrientes a las gallinas y estas lo repercuten en su puesta.
Los huevos de supermercado pueden proceder de animales enjaulados y no conoces cómo estos han sido alimentados. Con tus propios huevos, todo eso cambia por completo. Cada gallina ponedora puede llegar a proporcionarte 300 huevos anuales de calidad. Todo eso, a cambio de entre 100 y 150 gramos diarios de alimento según la raza.
Debes tener en cuenta que habrá algunos meses en los que su puesta se vea reducida o incluso se interrumpa por completo, pero es algo necesario para que recuperen nutrientes y cambien su plumaje.
Carne muy baja en grasas
La carne de pollo es muy saludable. Si tienes gallinas en casa, podrás criarlas para conseguir animales de gran tamaño y con las características que necesitas. De muchas razas se pueden aprovechar tanto los huevos como la carne. Podrán ofrecerte sus huevos y los gallos serán una opción de lo más nutritiva para tus recetas.
No obstante, el ritmo de crecimiento de los pollos domésticos de raza es más lento que el de sus variables industriales. No tienen unos muslos tan musculosos y necesitan un mayor aporte de pienso para lograr el mismo peso. Eso sí, su carne es de una calidad más alta y su sabor difiere mucho de los pollos que podrás encontrar en el supermercado.
Las gallinas en casa mantienen alejados a roedores e insectos
Si cuentas con algunas gallinas, enseguida notarás que son grandes cazadoras. Estos pequeños animales son capaces de dar caza a pequeños ratones, serpientes y bichos. Como son aves omnívoras, no tendrás que volver a ver topillos pasando por las inmediaciones. Lo mismo ocurrirá con las moscas, avispas y gusanos. Son unas apasionadas de los insectos y no dudarán en darles caza cada vez que se les presente la oportunidad.
Puedes evitar muchos desperdicios
Diariamente, tiramos muchísima comida en mal estado. Las gallinas no tienen problemas con comer las hojas de verdura que no has utilizado o la cáscara de las frutas que te has comido. Puedes revisar una de las múltiples guías que aparecen en internet sobre su comida favorita. No obstante, pueden comer muchos otros alimentos. Si se los das, estos no terminarán en la basura. Lo mismo ocurre con los restos de poda del huerto. Los frutos con gusanos o demasiado maduros serán un manjar para ellas y no tendrás que hacer un viaje al contenedor.
¿Tienes césped? Ellas lo cuidarán
No es conveniente que tus aves paseen a sus anchas por tu jardín de un modo habitual, puesto que podrían dañarlo. Sin embargo, si se lo permites de vez en cuando, se encargarán de cuidar el césped y de comerse todas las malas hierbas. Además, cada vez que termines de segar el césped, puedes ofrecerles los restos para que se los coman. Evitarás una gran cantidad de desperdicios y podrás darles unos complementos de calidad para su alimentación.
Luchan contra las plagas en el jardín
A las gallinas les encantan los pulgones. Si tu jardín se ha visto atacado por estos diminutos insectos, podrás terminar con ellos rápidamente. Las aves atacarán las hojas en las que los detecten y no pasará mucho tiempo hasta que los hayan localizado a todos. Para el huerto, también puedes aprovechar sus cualidades. Sin embargo, deberás tener cuidado para que no se coman los frutos, ya que también los adoran.
Compost a partir de sus excrementos
Los beneficios no terminan. Las heces de las aves domésticas, también conocidas como gallinaza, son un gran abono para huertos y jardines. Si las compostas adecuadamente, ayudado por las lombrices de la tierra, lograrás uno de los mejores fertilizantes naturales. Tiene un alto contenido en nitrógeno y es muy positivo para plantas leguminosas como los guisantes o las judías. También puedes mezclarlo con otros desechos del hogar para crear humus de lombriz, un abono beneficioso para cualquier planta.
Beneficios para los más pequeños
Tener gallinas supone una gran responsabilidad para los niños. Cuidar a las aves es una actividad muy enriquecedora que conecta a los peques con la naturaleza y hace que interactúen con animales muy sociales. Además, les aporta una rutina. Lo mejor es que los más pequeños pueden comenzar a involucrarse desde los 2 o 3 años. Poco a poco, irán pasando más tiempo con los animales y podrás ofrecerles estímulos nuevos a través de diferentes actividades.
Cuando acudas cada mañana a recoger los huevos, estarás fomentando una costumbre que, paulatinamente, irá siendo cada vez más natural. Lo mismo sucede con la alimentación o la hora de la limpieza. Los pequeños hábitos de responsabilidad resultarán muy beneficiosos en el futuro para los niños. Con el tiempo, lo más normal es que estén impacientes esperando a que llegue el momento de salir a interactuar con las aves.
Las gallinas suelen tener una especial paciencia con los niños. Muchas de ellas se dejan coger y les gusta seguir a los pequeños para ver qué recompensas les dan. Esto las convierte en una gran opción si quieres conseguir que tus hijos amen la naturaleza. Las mejores para los niños son razas pequeñas y sumisas como las sedosas.
Las aves de corral pueden ser buenas mascotas
Numerosos estudios han comprobado que las gallinas pueden llegar a ser unos estupendos animales de compañía. Como hemos comentado, aman a los niños. Son capaces de establecer vínculos sociales con las personas que las cuidan y tienden a buscar su compañía continuamente. No podrás tratarlas como a un perro, pero serán capaces de responder a su nombre y, rápidamente, conocerán tus reacciones y gestos.
Fomentan una vida más sostenible
Este último beneficio podría englobar todos los demás. Criar tus propias aves de corral te ayudará a entrar en una espiral cada vez más sostenible. Contar con tu propia fuente de alimentación también te ayudará a tener unas hortalizas de mejor calidad, que terminarán dándote una vida más conectada con la naturaleza. Es muy importante fomentar todos los comportamientos positivos para lograr un mundo más sostenible.
Al final, conseguirás huevos y carne que ya no tendrás que comprar en un supermercado. Esto te garantiza una alimentación más saludable. Tus animales no tendrán una dieta que incluya antibióticos ni comida de dudosa procedencia. Eres libre de darles el espacio que necesitan y sabrás que no viven enjaulados. Por eso, sus niveles de grasa serán más bajos, puesto que se moverán mucho más que los animales criados en cautividad.
Como has podido comprobar, la avicultura es una práctica con múltiples beneficios para tu familia y tú. Merece la pena hacer el esfuerzo de criar gallinas en casa para poder disfrutar de todas sus ventajas. A largo plazo, tendrás una fuente de comida ilimitada en tu propio jardín y no dependerás tanto de hacer la compra. Reducirás tus desperdicios y fomentarás una economía circular en tu finca. No esperes más y hazte con tus primeras gallinas. No te arrepentirás.