- Granja y hogar
- 12405 views
¿Cuántas veces has pensado que te gustaría cultivar tus propias hortalizas, criar tus propias gallinas y comer verduras y huevos sanos y de confianza? Seguro que siempre has creído que es muy difícil, o que no tienes un lugar apropiado para hacerlo. Pero es posible que te equivoques: para tener tu propio huerto casero con avicultura no necesitas un espacio muy extenso, solo los conocimientos y el equipamiento apropiados ¿Te animas a montar tu huerto en tu patio y complementarlo con un criadero de gallinas?
En este artículo te explicamos cómo puedes poner en marcha tu huerto y tu gallinero, y también qué necesitas para que sea un éxito.
Huerto casero: avicultura traspatio
Lo primero que debes tener en cuenta es el lugar. Lo ideal es un patio, un jardín o una terraza amplia. Idealmente, el espacio elegido para cultivar estará orientado al sur y recibirá, al menos, seis horas de sol al día. Ten en cuenta que la mayor parte de la hortaliza y la verdura necesita un mínimo de luz solar para prosperar.
Después, debes prestar atención al sustrato de cultivo. Si quieres tener verduras ecológicas, lo mejor es que tenga un sustrato también ecológico, que se puede lograr combinando, por ejemplo, un 40 % de humus de lombriz con un 60 % de fibra de coco.
Si dispones de suficiente terreno, quizá puedas labrar la tierra. Primero puedes prepararla también con humus y fibra, para que sea más orgánica. Después, deberás abonarla, a ser posible con abono natural, y posteriormente roturarla con herramientas manuales (azadas y palas) o con aperos mecánicos, como motoazadas o pequeños motocultores.
Una vez labrada la tierra, ya puedes empezar el cultivo. En función de qué plantas quieras producir, tendrás que elegir la técnica. Por ejemplo, las patatas, las zanahorias y muchas otras requieren trabajar con surcos. Otras, como los tomates o las judías, espalderas o tutores para ayudarlas a crecer.
Además, debes conocer las posibilidades de la permacultura, toda una filosofía de trabajo y manejo de la tierra que aboga por un cuidado muy natural de tipo ecológico. La permacultura ofrece soluciones muy interesantes para espacios reducidos que no admiten mecanización.
Y, cultives como cultives, tendrás que disponer un buen sistema de riego. Recuerda que el método más sostenible es el riego por goteo: ahorrarás mucha agua y optimizarás tus cultivos.
Si tienes poco espacio, será buena idea recurrir a las mesas de cultivo: son estructuras de cajones especiales para contener suficiente cantidad de tierra. Son muy prácticos, porque ocupan poco espacio, permiten el cultivo a diferentes niveles de altura y se pueden cambiar de sitio si es necesario.
Otra posibilidad es recurrir a macetas y contenedores de gran tamaño. Para determinados cultivos, como tomates, pimientos y hortalizas de bajo porte, deberían bastar.
Y, como complemento de tu huerto, puedes plantearte montar un gallinero. Tener gallinas en casa es cada vez más habitual y en muchos países, como en México y otras naciones latinoamericanas, son frecuentes los programas de avicultura de traspatio, es decir, cría sistemática de gallinas y otras aves en patios, terrazas y, en general, en el ámbito doméstico.
Criar gallinas y pollos es muy sencillo, porque son animales que requieren muy pocos cuidados y se adaptan a prácticamente cualquier entorno. Además, son un complemento perfecto para el huerto: puedes utilizar sus excrementos para generar compost y emplearlo después para abonar tus cultivos. Y las gallinas te ayudarán a eliminar muchos residuos del huerto: malas hierbas, hortalizas estropeadas, etc.
Equipamiento necesario para tu huerto y tu criadero de avicultura
Si ya tienes claro en qué lugar vas a instalar tu huerto y tu gallinero, debes empezar a pensar en el equipamiento necesario para llevar a cabo el proyecto. En realidad, necesitarás algunas herramientas básicas, como una pala, una azada, un rastrillo y una horquilla, muy poco más. Y también te conviene disponer de equipamientos para huertos domésticos que te ayudarán a tener un huerto mucho mejor y a criar tus gallinas y pollos de la mejor forma.
Compostadora: abonos de confianza para tu huerto
Una pieza fundamental en huertos y granjas caseros es una compostadora. Se trata de un dispositivo en el que se van acumulando materiales orgánicos de desecho: restos de las cosechas, malas hierbas, sobras de la cocina, tierra… Todo junto va fermentando en un ambiente propicio para acelerar los procesos naturales de descomposición, lo que acaba produciendo compost, un abono natural de gran valor nutritivo que te resultará muy útil para abonar tu huerto. Ahorrarás en abonos artificiales y sabrás que tus cultivos se alimentan de forma sostenible y natural.
Mesas de cultivo: solución modular para la falta de espacio
Si no puedes sembrar y plantar directamente en la tierra no lo dudes: las mesas de cultivo son la solución. Las hay de muchas formas y tamaños, con lo que debes elegir muy bien cuál es la que más te conviene. Elige aquellas mesas de cultivo que te ofrezcan más capacidad para la tierra, porque eso garantizará que tus plantas crezcan con más fuerza y con mejores recursos. Y, sobre todo, elige las más resistentes. Ten en cuenta que estarán a la intemperie y que la humedad hará mella en su estructura. Las mesas de cultivo hechas de metal son más duraderas, aunque también más pesadas. Además, las hay cubiertas con plástico para funcionar como invernaderos. Y también las puedes conseguir con ruedas para moverlas de un sitio a otro.
Equipo de riego por goteo: ahorra agua
El riego de tu huerto es de vital importancia, así que debes planificar muy bien tu huerto, especialmente si vives en una zona de clima muy cálido. El diseño del riego debe estar bien pensado para minimizar costes: piensa cómo tirar las gomas para que necesites la menor cantidad posible, y también dónde ubicar los goteros. Un programador horario es imprescindible para ahorrar agua y regar solo en los momentos en que tú quieras y durante el tiempo preciso. También es posible que necesites difusores de presión y otros complementos para montar tus circuitos de riego.
Casetas para gallinas: el cuidado para tu avicultura
Si tienes suficiente espacio para que las gallinas puedan moverse en libertad, no tienes por qué utilizar jaulas. Lo mejor es recurrir a casetas para gallinas, pequeños gallineros de madera y tela metálica que dan acomodo a las aves y las protegen de cualquier agresión. Las hay de muchas formas y tamaños, y algunas son tan compactas que solo requieren cuatro o cinco metros cuadrados, suficiente para instalar la caseta y que las gallinas tengan un poco de espacio para caminar. Además, todas estas casetas están construidas con diferentes compartimentos, puertas y accesos. Incluso las hay con puertas automáticas: llevan un sensor de luz y se abren cuando se hace día, cerrándose cuando se va la luz de la tarde. Y, lo más importante, sea cual sea el modelo, debe ser fácil de limpiar, porque las gallinas no son precisamente limpias y es necesario retirar periódicamente sus excrementos (que pueden ir a la compostadora).
Ponederos: puesta de huevos con confort
Si lo que quieres es tener huevos de máxima calidad, tienes que dar a tus gallinas un espacio adecuado para realizar sus puestas. Lo mejor es montar ponederos bien adaptados: suelen constar de un cuerpo que da protección a la gallina y una zona que recoge los huevos para que los puedas recoger sin molestar al ave. Es importante que se limpien fácilmente, para que las gallinas tengan un sitio siempre limpio en el que poner.
Comederos: comida siempre disponible
Las aves de corral pueden comer casi de todo y en cualquier circunstancia, pero es muy importante que tengan acceso constante a comida limpia. Los comederos son la forma idónea para garantizar la comida en todo momento. Son depósitos de grano o pienso que, a través de una tolva, van liberando el alimento a medida que las gallinas lo consumen. Se pueden colgar para aislarlos del suelo y mantenerlos más limpios y secos.
Bebederos: agua limpia en todo momento
Si importante es la comida, mucho más el agua. Las gallinas necesitan continuamente acceso a agua limpia y la mejor manera de que la tengan es utilizar bebederos. Igual que los comederos, funcionan a través de un sistema de tolva que deja salir el agua a medida que se bebe. Pueden ser de plástico o de metal y tienen capacidades diversas. También los hay que funcionan a demanda de la gallina: llevan un dispositivo que deja salir el agua cuando las gallinas lo accionan con el pico. Estos bebederos se pueden acoplar a un depósito de agua o a un circuito de mangueras para automatizarlos.
Incubadora: la mejor forma de asegurar los nacimientos
En la cría de aves es muy habitual utilizar incubadoras. Tanto para criar nuevas ponedoras, como para sacar adelante pollos para carne, estos equipos son muy útiles. Se trata de dispositivos dentro de los cuales se ponen los huevos y se mantienen artificialmente a la temperatura necesaria para que se desarrollen los pollos. Estos nacen en la incubadora y después se trasladan a los gallineros.
Como ves, poner en marcha un huerto casero con avicultura es bastante sencillo. Solo tienes que disponer de un espacio mínimo y del equipamiento básico. No lo pienses más y pon ya en marcha tu huerto casero y tu criadero de aves de corral.