- Granja y hogar
- 5765 views
Es indiscutible que el perro es el mejor amigo del hombre, un apoyo incondicional que forma parte de nuestras vidas, pero en ocasiones nuestra mascota puede provocar situaciones molestas debido a los ladridos incesantes, generando malestar entre la vecindad que pueden llegar en ocasiones a denuncias y multas.
Cuando se convierten en ladridos compulsivos, puede sobrepasar los límites auditivos, afectando a la seguridad y salud de las personas, debido a los sobresaltos derivados de los mismos, y/o el exceso de ruido, estando tipificado en el Código Penal como delito vecinal.
En COPELE hemos incorporado dos collares anti ladridos, para educar a tu perro a no ladrar gracias a dos modelos, siempre siendo nuestra principal misión el bienestar y protección de nuestras mascotas:
- Modelo collar anti ladridos normal: a través de una acción conjunta, según seleccionemos un modo u otro.
- Sonido + vibración.
- Sonido + estimulación estática no dañina (la cual se activa una vez los electrodos percibe el ladrido, con un pequeño estímulo el perro reaccionará, sobre todo para aquellos que necesiten una acción más fuerte que el sonido + vibración).
- Modelo collar adiestramiento control remoto: a través de su mando de alcance hasta 500 mts, con correa para la muñeca, podemos activar las diferentes opciones:
- Vibración
- Sonido + estimulación estática no dañina.
Uno de los ejemplos de uso para este modelo: cuando tu mascota se encuentra en otra habitación del hogar, y comience a ladrar, a través del mando por control remoto, puedes activar el collar y calmarlo, evitando que perturbe el descanso.
Para ambos modelos, es recomendable no manejarlos delante de nuestra mascota, debiendo estar presentes al principio de su uso, controlando la reacción a los collares mientras se lo ponemos, es decir, utilizar refuerzo positivo, que no contemplen el dispositivo como un castigo, ya que nuestros collares, mejora la conducta de forma persuasiva. Regulando la intensidad y utilizándose de una manera responsable y sensata, ayuda a favorecer el comportamiento de nuestro can, su relación con el entorno y su bienestar, nuestro objetivo fundamental.
De forma económica, rápida y sencilla el perro aprenderá a controlar sus ladridos, mejorando la convivencia en casa y con otros vecinos.